jueves, 18 de julio de 2013

Mejorando día a día.

Otro día más esperando en esta horrible sala de espera del hospital, son horas de tortura que en verdad no sirven para nada, pero horas y horas.. Si es que no tengo ni inspiración para escribir mierdas.. Veo a la gente pasar, algunos con peor cara que otros, pero todos con una chispa de indiferencia mientras se comen la cabeza pensando que hace aquí el resto de personas que llenan la sala. Recorro la estancia de izquierda a derecha observando cuidadosamente la cara de cada una de las personas que están aquí; hay una señora con cara de preocupación, que se muerde las uñas, no, ella no está enferma, estará esperando a cualquier familiar; hay un grupo de cinco o seis señores de avanzada edad riendo, ¿riendo en un puto hospital? En fin.. Sin palabras. También, una niña pequeña y al parecer su abuela, la niña tose levemente y su abuela le acaricia la cabeza con cuidado, está bastante claro en este caso, la niña tiene un simple catarro.
Sigo mirando, cara pálidas, gestos nerviosos, ojos tristes, respiraciones entrecortadas, manos temblorosas, suspiros demasiado audibles.. Cuando he terminado de intentar adivinar que le pasa a la gente, entra por la puerta una chica de aproximadamente mi edad, buscando con impaciencia un sitio en el que sentarse y ¡mierda! El sitio libre tenía que estar justamente a mi lado. Me saluda casi sin voz, mientras yo subo el volumen de la música y la miro de reojo, está demasiado pálida y delgada, se tapa las muñecas nerviosa y juguetea con un collar con el nombre de un chico, que supongo será su novio (mira por donde, otra desconocida restregándome que tiene novio.) En ese momento una mujer de cuarenta y pocos años se acerca y comienza a hablarle, veo rabia en sus ojos, así que apago la música pero continuo con los cascos puestos intentando disimular; la chica comienza a temblar débilmente mientras yo me esfuerzo por escuchar los susurros de la que opino que será su madre, pero no oigo nada así que decido sumergirme en el mundo de la música justo cuando la mujer le da un tortazo a la chica y se larga de la sala. Joder, como está la peña.. Me quito los cascos y rozo suavemente el brazo de la chica para que deje de sollozar; se gira y me recorrer con la vista, hasta pararse en mis muñecas llenas de pulseras intentando tapar cicatrices, me vuelve a mirar y dibuja una sonrisa torcida, mientras yo me tapo rápidamente los brazos y ella me susurra: Tú también ¿verdad?. La observo y comienzo a arrepentirme de haberla hecho caso, en otros tiempos habría intentado sacarle una sonrisa, ahora se que solo conseguiría que se hundiera más; así que la agarro de la mano, y le subo lentamente la manga del brazo izquierdo, tiene desde la muñeca hasta el codo una venda, en la que si te fijas bien se nota todavía la sangre que corre; le aprieto la mano, y solo se me ocurre preguntarle ¿por qué? A lo que ella, segura de su respuesta me dice: ¿Y por qué no?. Ignorando su respuesta, me vuelvo a colocar los casos e intento olvidar todos los recuerdos que ahora amenazan con salir en forma de lágrimas; pero la chica me quita un casco y me dice: ¿Quieres saber por qué?. En realidad no sé si quiero saberlo, asi que me limito a mirarla fijamente, mientras ella comienza a relatarme su historia, terminando con un: 'Resumiendo, mi madre me abandonó, mi padre se volvió a casar, esta mujer me odia, mi padre hace caso omiso a mis quejas, ya no me hablo con mi hermana y no puedo estar con quien quiero.' No digo nada, ella me mira como esperando la típica frase de: Joder, lo siento, te entiendo, pero tienes que seguir para adelante. No, yo no le voy a decir eso, porque no es más que una mentira, simplemente digo: No me extraña que te hundas. Sorprendida, abre mucho los ojos, tuerce la boca, suspira y me abraza. Me aparto cuidadosamente, pero es que no me lo esperaba.. Así que comienzo a hablar: 'Si te sirve de consuelo, mi padre está muerto, mi madre ha estado casi 17 años recordándome que ella no me quería, mi hermano que es mi mayor apoyo está lejos y casi ni nos vemos, y tampoco puedo estar con la persona a la que quiero. Ella deja de mirarme, agacha la cabeza, coge el casco que me ha quitado y se lo pone, mientras mi lista de reproducción con nombre 'Melancolemia.' continua sonando para, no sé, deprimirnos un poco más. Yo subo las rodillas a la silla, y me abrazo a ellas, apoyando  la cabeza de lado observando por la ventana, gente fumando, gente riendo, gente triste, gente tranquila, gente desconocida, gente que sufre, gente que ama, gente libre, gente oprimida.. Oigo a la chica llorar a mi lado, ni siquiera se su nombre, y ya me siento como ella, me siento algo insignificante que no tiene hueco en este puto mundo. Pero decido ser un poquito como antes otra vez, levanto la cabeza, dibujo mi típica sonrisa falsa, apago esta puta música deprimente, le paso un brazo por la espalda a la chica, y le digo: Ven. Me mira sin saber que hacer, pero al final opta por seguirme, no sé en realidad a donde quiero ir, pero necesitaba salir de ahí, además odio que me saquen sangre, odio las agujas, prefiero irme. La agarro de la mano con cuidado, y tiro de ella mientras comienzo a correr hacía el río, la oigo decirme algo detrás de mi, pero no la entiendo y decido seguir corriendo; al llegar al borde del puente me subo y me asomo, ella se sube también y me dice: 'Natalia, me llamo Natalia.' Así que yo le contesto: 'Pues Natalia, yo soy Marta,y quiero preguntarte algo, ¿Tú crees que si nos tiramos desde aquí terminaremos con toda esta mierda?
-Sí, ¿es que vamos a hacerlo?
+Sería tan fácil ¿verdad? Un paso más y se acabó. Pero nunca te has parado a pensar que quizás podrías hacerle daño a alguien, o que alguien podría echarte de menos, ¿eh?
-Si que lo he pensado pero no lo harán.
+Eso pensaba yo, pero siempre hay alguien que se preocupa por ti. Fíjate, yo te echaría de menos.
-Pero si no me conoces..
+Quizá no lo suficiente pero se como te sientes. Y me he dado cuenta de que ahora más que nunca tenemos que luchar. Yo ahora me voy a bajar, y te voy a dejar aquí, toma mi número, y recuerda: Si tu te tiras, yo me tiro. Así que intenta salvarme.
Ahora que estoy contando todo esto, no sé por qué lo hice, no sé porque la ayude, me ayude, bueno, nos ayudamos, pero si que he entendido algo, y es que hay que seguir para adelante, pase lo que pase.

2 comentarios:

  1. Loooool! Esta historia es genial! Te a pasado a ti realmente?
    Es una historia con muchisima fuerza..! Hay personas que sufren en silecio, que prefieren dolor fisico que sentirse mal por dentro.. yo soy mas de las que lloran en silencio, de las que tienen el puto corazon roto pero no deja que nadie lo note, siempre sacando esa sonrisa falsa.. y yo me siendo echa una mierda y me doy cuenta de que hay personas que estan mucho peor y que aun y así siguen adelante pase lo que pase.. esas personas son las que me dan fuerza para seguir el camino...!
    Mucha fuerza!
    Un beso! <3

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  2. Pues me temo que si que me ha pasado a mi realmente.
    Gracias preciosa, en serio.
    Besicos.

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