sábado, 20 de julio de 2013

Cinco chicos, muchos gritos, una noche, un par de besos y una fan más.

Las notas del último compás de una guitarra mal afinada terminan de sonar a la vez que yo comienzo a temblar, estamos en pleno julio y aún así creo que tengo frío. Se que son las cinco de la mañana, y que no está permitido ponerte a tocar la guitarra en un arrebato de sacar la rabia golpeando sus cuerdas en vez de golpeando los nudillos contra la pared, pero nadie ha venido a quejarse y yo sigo teniendo parte de esa rabia dentro, asi que he apartado toda la ropa, maquillaje, papeles arrugados y llenos de lágrimas de la cama, he cogido el móvil y me he puesto a redactar esta mierda después del pedazo concierto de Auryn en Guijuelo, y después de conocerles en persona, y pasarme abrazada a dos de ellos, a Álvaro (madre mía está
tremendo, me he dejado la garganta llamándole durante el concierto) y a Dani (este es un cielo y admitamoslo está tremendisimo también) media hora, después de estar hablando con Blas a dos centímetros de mi cara (en efecto, también está para darle y es un sol), y después de que David (si, también nos trae loquitas a todas) se pusiera a hacerme cosquillas recordándome que volviera a verle, en cuanto a Carlos ni idea de donde estaba, pero tampoco es que me importara, porque los otros cuatro del grupo, de entre las quince chicas que había ahí solo nos hicieron caso a una amiga y a mi (hahaha, bitch, fuck!). En realidad ni siquiera era fan, y al comenzar el concierto admito que tuve que preguntar a la fanática que tenía al lado que quién era cada uno, pero a partir de ahora tienen una fan más, prometido. Y, oye, que pasarme toda la noche (con una amiga, eh, que no era yo la única loca) gritandoles a Dani y a Álvaro 'guapos', 'quitaroslo todo', 'tios buenos' y demás cosas por el estilo, y que ellos te respondan señalandote y mandandote besos anima a cualquiera os lo aseguro, eso sí mañana (bueno, hoy) estaré sin voz después de tanto grito y tanta carcajada, mientras oiamos a las de detrás diciendo: 'Tía, que se me caen las bragas, y no hacen más que señalar y saludar a estas dos de delante.' Obviamente, yo que soy muy chula cuando quiero, les solté: 'Y no olvides que nos están mandando besos y sonriendonos también, eh.' Agarré a mi amiga y de estar en la décima fila, llegué a la segunda, algún insulto me lleve pero todo sea por ver a cinco buenorros cantando, mientras los dos que son los más guapos te sonrien y te lanzan besos, (o es que a caso ¿vosotras no lo haríais?) Y si además, al final del concierto cuando vas a verles, entras la última con otras quince chicas y tu amiga del alma que está como una cabra, y hechan a las chicas transcurridos los cinco minutos que está permitido pasar con ellos, y os quedais tu y tu amiga hablando y abrazandote con 4 de los 5, pues terminas arreglando la noche. `Pero al llegar a casa me entra toda esa rabia y no sé que hacer, es un continuo ni contigo ni sin ti que me trae por el camino de la amargura..




No hay comentarios:

Publicar un comentario